El hecho de que la campaña de Battlefield 4 aparezca por debajo del multijugador es una muestra de los caminos que han tomado los shooters bélicos. La campaña es una mera ilusión, que solo sirve para calentar los pulgares antes de meternos en una de las batallas multijugador más ambiciosas, y complejas, que jamás haya visto el género.
Poner un pie en el multijugador de Battlefield es una experiencia abrumadora en la que DICE ha volcado todo el poderío del motor gráfico Frostbite 3 para ofrecernos unos gráficos que cortan la respiración y para hacer de cada combate algo único e impredecible, gracias a un elemento que ha recibido el nombre de Levolution. O lo que es lo mismo, la posibilidad de cambiar los mapas del multijugador, alterando el desarrollo de la batalla.
Es algo que ya hemos visto en anteriores FPS, pero no a este nivel. Si ya es complicado sobrevivir en un campo de batalla poblado por hasta 64 jugadores (en PC, Xbox One y PS4) o 24 jugadores (en Ps3 y Xbox 360), imagina hacerlo entre edificios que se desploman y presas reventadas. Si la guerra es el caos Battlefield es un infierno.
Por supuesto, no sólo combatiremos a pie. Los vehículos son la seña de distinción de los Battlefield, y esta cuarta entrega no es una excepción. Si en otros FPS tu meta era especializarte en una clase o en un arma concreta, aquí tendrás que aprender a pilotar toda clase de vehículos. Podrás pilotarlos o confiar en la experiencia de otro usuario y subir como artillero o acompañante. Sera así, desde el aire, donde podrás tomar conciencia del gigantesco tamaño de los mapas de Battlefield 4, y la grandeza de un motor gráfico capaz de tirar abajo cualquier estructura para cambiar el curso de la batalla.
Battlefield 4 es muy especial para los amantes de los shooters multijugador. Prepárate para vivir uno de los mayores espectáculos bélicos de los últimos tiempos.
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